Un proyecto lejano muy cercano... Proyecto educativo en el Orfanato-Escuela Mt Zion, Uganda

Tres años después de mi último viaje a Uganda, volvimos al Orfanato-Escuela Mt Mount Zion Charitable Uganda, ahora en Kiteezi, con la ilusión intacta y con las ganas de impregnarnos de la alegría que proyectan los niños y niñas de este lugar, quizás perdido en los mapas de la popularidad, pero presente en las coordenadas que orientan mi felicidad. Había cambios con respecto a la última visita. El más evidente, el cambio de localización, de Wampewoo a Kiteezi, una zona rural preciosa y posiblemente más humilde aún que el anterior lugar. Debido a ello, muchos de los niños y niñas que vivían en Wampewoo ya no estaban en el nuevo orfanato. La mayoría de ellos se encontraban viviendo con familiares en la misma localidad, y sólo tres permanecían en el Orfanato. Después de numerosas invitaciones por parte de Leku, director de la fundación, para que volviéramos y colaboráramos con ellos en la mejora y acondicionamiento de las instalaciones, así como en el desarrollo de actividades educativas directas con niños y niñas; este año he tenido la suerte, nuevamente, de rodearme de un equipo de voluntarias maravillosas con las que hemos podido llevar a cabo este proyecto. Nati, Carmen Fernandez Vela, Rocío, Estefanía Nía Moéf y María De La Casa Pérez han sido verdaderos ángeles con las que no sólo he podido disfrutar de cada momento, sino que me han hecho sentir, en su totalidad, la inmensa belleza del ser humano. Gracias a aportaciones de compañeros/as, amigos/as y familiares, hemos podido llevar a cabo las siguientes reformas en las instalaciones: - Existe un edificio principal, donde la habitación de las niñas era bastante pequeña y estaba compartida con el despacho de la dirección. Compramos una puerta y una ventana y se hicieron las obras pertinentes para el traslado del despacho a otra aula pequeña que daba a la calle, de forma que la habitación de las niñas se amplió casi al doble. - Por este motivo, se reestructuraron las aulas y habitaciones en el interior del edificio, cambiando también la puerta de salida del edificio en la parte trasera, se arreglaron los pasillos, etc. - Una vez realizada las obras de acondicionamiento, se enyesó y pintó todo el edificio, tanto por dentro como por fuera. - El suelo del edificio principal donde estaban las habitaciones y algunas clases de Infantil era de tierra. Otra de las reformas realizadas ha sido poner todo el suelo del edificio. - Colocamos los cristales en todas las ventanas que estaban rotas, así como en la puerta y ventana que compramos. Una de las ventanas que estaba rota era la de la habitación de los niños, que agradecieron muchísimo al día siguiente de ponerlas el hecho de poder dormir sin que entrara frío. - Además de haber pintado el edificio entero, en el frente principal del edificio, y formando parte del taller de pintura que desarrollamos con niños/as y maestros/as, realizamos un gran mural en el que todos los niños y niñas participaron. - Compramos 8 colchones para las habitaciones de niños y niñas. - Llevamos unos 100 kg de ropa (gracias al Ampa Ceip San Mateo por la campaña, el apoyo y el trabajo de recibir y organizar las donaciones de ropa, así como a familiares y amigos, Yoli Yolanda Viruez Duarte, Mireia...), material escolar (gracias Eli! Li Mrtin) la cual repartimos directamente a los niños y niñas del orfanato. Como era muchísima ropa, el resto será repartida a los niños del barrio que van a la escuela que la necesiten (existe un compromiso por parte de la dirección del Centro de que así será). - Compramos cajas metálicas para los niños y niñas, para poder guardar la ropa nueva. - También llevamos juguetes. Estos se utilizarán en las aulas de infantil. - El primer día, fuimos con los niños y niñas a por agua. Tenían que recorrer varios kilómetros hasta llegar a una especie de charca donde llenaban una garrafas y las cargaban de vuelta hasta el orfanato. La manera natural que tienen en la zona de recoger el agua es de los tejados, con un sistema de canalones que recogen la lluvia y la depositan en grandes tanques de agua. Ellos disponían de un tanque, pero estaba rajado y perdía el agua, por lo que no podían utilizarlo. Compramos otro tanque de agua de 2000 litros y arreglamos el de 1000 litros que ya tenían. Sendos tanques se pusieron a ambos lados del tejado. Se instalaron y se le pusieron los grifos. En breve, cuando comience el periodo de lluvias, obtendrán agua de una forma mucho más accesible que hasta ahora. - Durante varios días compramos alimentos e hicimos de comer. Comimos todos juntos, en comunidad, algo que se convierte en un momento maravilloso. Durante nuestra estancia también comieron chocolate, fruta, pan con mermelada... un verdadero placer para ellos/as, pues no están acostumbrados a comer este tipo de alimentos. - Además, dejamos varios sacos de comida con la que tendrán para al menos un mes (posho, matoke, arroz, azúcar...) y también, jabón para lavar la ropa. Y todo esto en cuanto a reformas. Reformas que no estaban programadas y que íbamos realizando conforme observábamos las necesidades. Lo que sí llevábamos programado y hemos desarrollado siempre desde una perspectiva respetuosa y con la aprobación de la dirección y del profesorado, han sido los talleres educativos (enfocados desde un modelo dialógico, creando ambientes preparados para el aprendizaje de tod@s a partir del juego). Éstos han sido los talleres que hemos llevado a cabo (además de actividades que íbamos realizando de manera improvisada por petición de los propios niños y niñas, así como circunstancias de la escuela que así lo requerían): - Arte y pintura con base en la Educación Creadora. Se desarrollaron talleres de expresión plástica, donde los niños y niñas jugaron de forma libre a experimentar trazos, líneas, figuras... Finalmente, se realizó un gran mural en el frente principal del edificio donde niños/as y maestros/as participaron. Para este taller contamos con una verdadera crack: Nati! Además, tuvimos muchas charlas con el director y algunos porfesores en los que explicamos las bases en las que se fundamentaba el desarrollo de dicho taller. El cambio fue alucinante. Pasamos de niñas que tenían miedo a pintar por el juicio contínuo, al disfrute inmenso de poder pintar con libertad. Uno de los profesores que contínuamente se burlaba de algunos niños y niñas por los dibujos que hacían, terminó participando, sonriendo, e incluso sosteniendo la pintura para que otros niños y niñas pintaran. - Elaboración plástica de muñecos. Nati, con objetos reciclados, llevó a cabo también este taller donde se crearon una serie de muñecos muy pero que muy creativos! - Cuentos. Rocío, otra verdadera crack, preparó varios cuentos en inglés con sus correspondientes canciones. Fue todo un regalo para ellos y ellas, pero también, para nosotros! - Taller de máscaras. Qúe decir de mi compi Carmen Fernández! Otra crack! Preparó varios talleres maravillosos, como éste de máscaras donde los niños y niñas las realizaron. Luego dichas máscaras fueron utilizadas en uno de los cuentos que contó Carmen y traducía casi simultáneamente Rocío. ¡Maravilloso! - Juegos de mesa. Carmen también llevó a cabo este taller. Los niños y niñas jugaron y aprendieron diferentes juegos como el dominó, el ajedrez, el uno, la oca... - Pintura de caras. También Carmen llevó a cabo este taller donde casi todos los niños y niñas vieron sus caras transformadas en rostros de animales. - Juegos y dinámicas de animación, movimiento, clown... Aquí Estefanía, María (otras dos cracks, que no es porque lo diga yo, es que es así!!), Rocío, Carmen... prácticamente todos nos poníamos a jugar y desarrollar dinámicas, animaciones, canciones... todo lo que podíamos hacer para compartir con ellos y ellas un buen rato. - Pulseras. María se encargó de desarrollar este taller con hilo, elástico, pequeñas piececítas de colores y muchísima paciencia. Y esto no ha sido todo. Soy consciente de que me dejo en el tintero un millón de momentos impresionantes que hemos vivido en este proyecto pero que es imposible expresar en una simple memoria de actividades. Ciertamente, el proyecto ha superado con creces mis expectativas iniciales, no sólo por lo vivido con estos niños y niñas, por el trabajo realizado, por la felicidad que emanaban mis compañeras en cada una de las actividades que realizaban, por el agradecimiento contínuo por parte de los niños y niñas, familias, personal del orfanato... sino por cómo influye esta experiencia en mí y en mi forma de ver y sentir la vida. Sigue siendo para mí un “desidiotizador” importante, una terapia necesaria para seguir confiando en la belleza del mundo y en la belleza del ser humano cuando no está contaminado.
Rubén Samuel Márquez